Por: Eugenio Suárez Pérez
El nombre de Giovanni Ardizzone, un joven estudiante de medicina asesinado hace cincuenta años en la Plaza de la Catedral de Milán, sigue uniendo a italianos y cubanos en la lucha por fortalecer la obra de la Revolución.
En octubre de 1962, la paz mundial estaba amenazada por una guerra de consecuencias imprevisibles para la humanidad. Cuba vivía momentos de tensión y estaba preparada para enfrentar la invasión de las fuerzas armadas estadounidenses. La compleja situación de la denominada Crisis de Octubre se agudizaba. En todo el planeta fueron organizados actos de solidaridad con Cuba y de condena al gobierno de Estados Unidos. En Italia, numerosas ciudades se incorporaron a este justo reclamo y cientos de hombres y mujeres salieron a las calles pidiendo el cese de las amenazas contra Cuba y el fin del bloqueo.
El 27 de octubre de 1962, en una manifestación en defensa de la Revolución cubana, fue asesinado en Milán, Giovanni Ardizzone.
¿Quién era Giovanni Ardizzone?
En Castano Primo, una pequeña ciudad de la región de Lombardía situada al norte de Milán, en 1941 nació Giovanni Ardizzone. Hijo único de un matrimonio de especialistas en Farmacia, sus padres le prodigaron una esmerada educación. Creció dentro de un sano ambiente estudiantil y proletario, en el cual comenzó a conocer los ideales del movimiento obrero y llegó a ser un activo militante comunista.
Cuando lo asesinaron, Giovanni Ardizzone solo tenía 21 años de edad y estudiaba en la Facultad de Medicina y Cirugía en la Universidad de Milán, el segundo año de la carrera.
El sábado 27 de octubre de 1962, uno de los días más peligrosos dentro de la Crisis de Octubre, la Cámara del Trabajo de Milán organizó una pacífica manifestación de protesta por la agresión del gobierno norteamericano contra Cuba. Después de las palabras de uno de los dirigentes obreros, comenzó el desfile por el centro histórico de la ciudad de Milán. Los manifestantes portaban carteles, coreaban himnos y marchas y gritaban consignas: “Independencia por Cuba”, “Cuba sí, yankis no”, “Paz, Paz”, “Desarme”, “Fuera la base norteamericana”…
Al arribar a la Plaza de la Catedral, el desfile fue interceptado por un comando de carabineros en un intento por dispersarlo. El Tercer Batallón de la Célere -cuerpo especial de intervención-, comenzó con sus vehículos militares a dar vueltas en torno a los manifestantes. Mientras que fuerzas de carabineros, armadas de bastones, tendieron un fuerte cordón alrededor de ellos. Primero, los conminaron a retirarse; después, cargaron violentamente contra la multitud, golpeando indiscriminadamente a los hombres y mujeres que marchaban pacíficamente.
Uno de los vehículos, deliberadamente, se lanzó contra los que encabezaban la manifestación, allí estaba Giovanni Ardizzone, quien fue atropellado junto a otros dos manifestantes: Nicola Giordino, de 38 años, y Luigi Scalmana, de 57 años. Giovanni murió un rato después, a causa de los golpes recibidos. De esta forma se convertía en la primera víctima, en las decenas de manifestaciones que, en los últimos días, habían demostrado la repulsa del pueblo italiano a los actos agresivos del gobierno estadounidense contra Cuba.
La población milanesa reaccionó a la agresión de la policía y se lanzó a la calle con piedras y palos, obligando a varios vehículos a retirarse. En horas de la noche y el domingo 28, grupos de manifestantes denunciaron el asesinato del joven. Este día, una multitud impresionante de pueblo se concentró en la Plaza de la Catedral, depositando flores y carteles que denunciaban a los autores del asesinato. El Ministerio del Interior y la prensa reaccionaria trataron de ocultar las causas reales de la muerte, informándolo como un simple accidente de tránsito.
El lunes 29, los obreros de las fábricas de Milán se declararon en huelga, al tiempo que las clases en las universidades y escuelas de enseñanza media también se interrumpían. El martes 30, una inmensa manifestación colocó el retrato del joven asesinado junto a una corona de flores en el Sagrario dedicado a los Caídos por la Resistencia, donde continuó la peregrinación popular con personas procedentes de toda Lombardía.
Un gran cortejo acompañó el funeral de Ardizzone desde Milán hasta su suelo natal. Al llegar a Castano Primo, el pueblo los estaba esperando para sumarse a la peregrinación que iba por las calles protestando contra el asesinato del estudiante de Medicina muerto y dando vivas a la Revolución cubana.
El recuerdo de Giovanni Ardizzone
La memoria del estudiante de Medicina se ha convertido en símbolo de la imperecedera amistad entre italianos y cubanos. En Cuba, cuando se fundó el Politécnico de la Salud en la Isla de la Juventud se le puso el nombre de Giovanni Ardizzone. Luego de varios años, este centro donde se estudiaban carreras de tecnología de la salud, se fusionó con la Facultad de Medicina y el nombre no acompañó a la nueva estructura que se creaba.
Durante los años 1994 y 1995, el museo Marcha del Pueblo Combatiente, del capitalino municipio de Playa, contó con la ayuda solidaria de la brigada de trabajo voluntarioGiovanni Ardizzone, organizada por Así-CUBA. Brigadistas procedentes de Verona, Perugia y otras ciudades italianas de las regiones de Umbría y Emilia Romagna, trabajaron en la remodelación del museo y de otros centros del municipio. El museo Marcha del Pueblo Combatiente atesora retratos y documentos de Ardizzone, como parte de la memoria histórica de nuestro pueblo.
Desde Lombardía, hermanada con provincia de Las Tunas, miembros de los círculos de amistad de la Asociación de Amistad Italia-Cuba, AAIC, viajan al menos dos veces al año con una brigada de trabajo voluntario que también lleva por nombre Giovanni Ardizzone. En julio del 2002, los brigadistas, encabezados por Roberto Nessi, presidente de la AAIC en la región de Lombardía y organizador en Italia del primer Comité por la Liberación de los Cinco Héroes Prisioneros del Imperio, trabajaron en el Hogar de Impedidos Físicos y Mentales de Las Tunas. En esta jornada de solidaridad y trabajo, italianos y cubanos se unieron en la Facultad de Ciencias Médicas de esa provincia para colocar una tarja cuyo texto recordará al joven por siempre:
El 27 de octubre de 1962, en Milán (Italia), en una manifestación en defensa de la Revolución cubana, cae asesinado el estudiante de Medicina de 21 años Giovanni Ardizzone.En el aniversario 40 de su muerte, la Asociación de Amistad Italia-Cuba de la región de Lombardía y el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos de Las Tunas recuerdan a este joven, que no llegó a ser médico, aquí donde nacen y se forman los médicos del futuro.
Este año, la Asociación de Amistad Italia Cuba, con la colaboración de la Cámara del Trabajo Metropolitana de Milán, ARSI, ANPI y las redes antifascistas milanesas se ha convocado, para el 27 de octubre, una manifestación contra todas las guerras y contra el terrorismo en memoria de Giovanni Ardizzone. También anuncian que se develará una tarja de la Comuna de Milán, en la plaza de la Catedral de esa ciudad, como homenaje al joven italiano.
En aquellos gloriosos días de 1962, el poeta Ángel Augier, en un poema dedicado a Giovani Ardizzone, el 29 de octubre, escribió: Pero hasta aquí has llegado / querido camarada, / ya estás en Cuba para siempre / vivo en la sangre de este pueblo.
Agradecemos la colaboración de los periodistas italianos Gianfranco Ginestri y Gioia Minuti en la redacción de este artículo.