23 de mayo de 2013

EL PARTIDO CIVICO RENOVADOR, PARTIDO EMERGENTE CON PERSPECTIVA DE CRECIMIENTO.

EL PARTIDO CIVICO RENOVADOR, PARTIDO EMERGENTE  CON PERSPECTIVA DE CRECIMIENTO.

Palabras de   Domingo Núñez   Polanco  Acto de juramentación de más de mil nuevos renovadores en la Provincia de San Fernando de Montecristi que vienen a apoyar y trabajar por el proyecto de República del General Zorrilla Ozuna

En esta tierra de San Fernando de Montecristi, tierra de grandes hombres y mujeres que han llenado de gloria el camino hacia las luchas libertarias en defensa de las causas más nobles y justas de la nación dominicana estamos convocados a una cita con la historia.  La historia esta pariendo una nueva generación de dominicanos y dominicanas, con ideas nuevas y renovadoras, llamada a transformar la forma de hacer política en la república Dominicana.
Los partidos políticos tradicionales ya no escuchan lo que la gente dice, quiere o necesita. No hay un diálogo real entre ellos y la sociedad.
Hemos olvidado discutir los principios fundamentales de carácter ético y filosófico; no tenemos ninguna propuesta seria y coherente ante el pertinaz empobrecimiento del pueblo dominicano.
El nuevo proyecto alternativo de nación que propone el General Jorge R. Zorrilla Ozuna a la nación dominicana  no solo plantea ser un ente político, también propone que debe ser una organización signada por un ejemplo de vida, por un compromiso serio, real y coherente en la construcción de una sociedad, de un país verdaderamente democrático e incluyente, un proyecto alternativo de  país acorde con los intereses del pueblo, visionario y realista.

EL FIN ESTRATÉGICO QUE SE HA PROPUESTO PCR, ES QUE CADA DOMINICANO Y DOMINICANA VIVA EN DIGNIDAD, EN UN MUNDO DE BIENESTAR Y JUSTICIA SOCIAL.

LLEGAR A ESA META REQUIERE MUCHOS ESFUERZOS DE TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS  Y LOS ESFUERZOS QUE SE HACEN CADA UNO POR UN LADO, SIN QUE RESPONDAN A UNA DISCIPLINA QUE LOS REÚNA Y LOS MANTENGA UNIDOS EN UNA SOLA DIRECCIÓN, “PODRÁN SER ESFUERZOS PERO NO SE CONVERTIRÁN NUNCA EN UNA FUERZA. 

LA FUERZA ES EL RESULTADO DE LA UNIÓN ESTRECHA DE TODOS LOS ESFUERZOS” Y LA UNIÓN ESTRECHA DE TODOS LOS ESFUERZOS, EN EL CASO DEL PCR DEBE  NACER DE LA ORGANIZACIÓN Y FORMACIÓN POLÍTICA DE CADA UNO DE SUS MIEMBROS, MILITANTES Y DIRIGENTES,  POR LO QUE SE HACE NECESARIO  LA IMPLEMENTACIÓN DE UNA METODOLOGÍA ORGANIZATIVA Y DE FORMACIÓN Y CAPACITACIÓN POLÍTICA ADAPTABLE A LA REALIDAD DEL PCR Y A LAS PROPIAS CONDICIONES POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LA REALIDAD DOMINICANA.

Ahora bien,   ¿Para qué debemos organizarnos?
Debemos organizarnos para varias cosas, según sean las etapas que debemos recorrer para llegar a nuestra meta.
Debemos organizarnos para:
a)      El crecimiento y desarrollo del PCR
b)       asegurar la existencia de un partido fuerte
c)       un partido bien organizado, disciplinado y Consciente.
d)       Un Partido donde sus dirigentes, militantes  y miembros adquieran la necesaria formación política para que el PCR pueda cumplir sus planes estratégicos y metas políticas.

 “Cuando tengamos un partido fuerte ideológicamente y en número y en organización, habremos cumplido la primera parte de nuestras obligaciones, y entonces podremos lanzarnos a la conquista de nuestras metas políticas.
Mientras no llegue ese día debemos vivir probándonos en la teoría y en la práctica, y en esa prueba diaria probaremos nuestro método de trabajo y nuestras estructuras orgánicas.
La vida diaria es la que nos dirá si el método de trabajo es bueno o es malo o si se aplica bien o se aplica mal (porque puede ser bueno y aplicarse mal). La prueba nos dirá en qué medida debemos mejorar nuestro método de trabajo y también en qué medida debemos mejorar o cambiar nuestras estructuras orgánicas, pero esas estructuras orgánicas deben partir  de una plataforma de acción”. JB
Plataforma de acción que debe partir de los comités renovadores (CR9) y de las mesas electorales.
En este momento lo más importante para nosotros es que construyamos un partido que actúe en todo el país.
Para lograr esta meta tenemos que organizar en cada campo, en cada pueblo, en cada ciudad o barrio del país a las mujeres y a los hombres que simpaticen con la propuesta renovadora de nación del General Zorrilla Ozuna

La actual  necesidad del PCR  son obvias: ganar peso político, objetivo que pasa por una estrategia electoralista. Lo que implica que hay que subordinarlo todo, en materia organizativa, a tal estrategia.

 El PCR hoy debe de ser una estructura electoral con capacidad de organización y movilización.
El PCR  deberá mostrar su dureza, su coherencia, su valor para liderar la autodefensa de las grandes mayorías defendiendo el voto en cada mesa electoral, con la  consigna: VOTA 11 PCR.

Hoy estamos aquí juramentando  más de cien CR9, es decir, que hoy están ingresando al Partido más de mil nuevos renovadores. Estos nuevos renovadores vienen a trabajar por la Patria, están aquí  por que aman esta tierra Quisqueyana y por demás por que están consciente en lo absoluto que el líder y conductor del PCR, General Zorrilla Ozuna no va a fallarle a este pueblo. 

Y hablando de Comité Cívico Renovador (CR-9) decimos que:
Un Comité Renovador (CR-9) es un organismo formado por hombres y mujeres  que desean adquirir una formación teórica y práctica con el trabajo social y político en su espacio territorial.
También, los miembros de un Comité  Renovador (CR9) tendrán por tarea, en coordinación con los dirigentes del PCR en la circunscripción, municipio o distrito municipal  correspondiente, formar  núcleos  electorales, tomando como guía la estructura organizacional de la JCE: Recintos, Colegios electorales (mesas) y circunscripciones.
Todos los hombres, mujeres, jóvenes, estudiantes, discapacitados, tanto de la zonas rurales como de la urbana que entran en el Partido por la puerta de los Comités Renovadores (CR9) comienzan su tarea aprendiendo a ver desde un punto de vista científico como ha ido produciéndose la historia de nuestro pueblo, pues si la finalidad estratégica del PCR es alcanzar una sociedad con justicia social y vivir en dignidad, lo primero que tienen que conocer a fondo y seriamente los hombres y mujeres renovadores  es como se ha producido su historia, que fuerzas lo han formado o deformado. 

FORMACION Y DESARROLLO (CR-9) 
Para formar un Comité Renovador (CR-9) del PCR  los compañeros elegirán fundamentalmente a los hombres y  mujeres de probada sensibilidad social y política, y a personas que ejerzan influencia en sus comunidades y tengan vocación patriótica y de servicio al pueblo.

Después de constituido el CR-9, deberá recibir o  empezar con las orientaciones que establece el programa de formación política, e impartir las tareas que puedan ser asimiladas por los compañeros, sobre todo el trabajo en las mesas electorales.   Estas labores deberán ser evaluadas a fin de ir corrigiendo errores y evitar de ese modo, desde el principio, las deformaciones o confusiones.
Los compañeros que alcancen la más alta categoría política del PCR, es decir, la de dirigente, sean promovidos en base al cumplimiento de un conjunto de actividades rigurosamente establecidas por la dirección.
Para garantizar que la evaluación cumpla su función de corregir a tiempo la falla detectada durante el proceso de desarrollo de formación política es necesario que se realice una evaluación continua y permanente de las actividades desarrolladas por el CR-9, monitoreando y asignando responsabilidades individuales y orgánicas.
La unificación de criterios en todos los procesos de evaluación es básica para lograr el mismo resultado político en cada uno de los organismos tanto de los CR-9 como del  Partido en sentido general.
Es absolutamente necesario definir todas las tares prácticas que deben ser evaluadas.
Finalmente terminamos esta participación citando un texto del profesor Juan Bosch que dice:
 “Un partido puede estar compuesto por infinito número de miembros y de simpatizantes, pero sólo puede ser fuerte si todos sus miembros y sus simpatizantes actúan de manera organizada. (…) la organización requiere grandes esfuerzos de parte de sus dirigentes, una atención constante y, sobre todo, mucha conciencia (…) y mucha responsabilidad. Ahora bien, esa conciencia sólo puede ser producto del estudio, y del estudio de los fenómenos políticos, puesto que para aprender la ciencia política no vamos a ponernos a estudiar medicina o arquitectura o mecánica; y el estudio de la ciencia política es cosa muy difícil en un país como el nuestro.
Organizarse y estudiar para darle conciencia a la organización exige ahora, en la República dominicana, valor y mucha firmeza”. JB
¡VIVA EL PARTIDO CIVICO RENOVADOR!
¡EL PCR LA VIA Y EL GENERAL ZORRILLA LA VIA!
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE HERMANOS Y COMPAÑEROS!

19 de mayo de 2013

JUAN BOSCH OTEANDO A NUESTRA AMÉRICA



Por Jorge Núñez Sánchez

Hay hombres que resumen en su vida las luchas y esperanzas

de todo un pueblo. Uno de ellos fue el profesor Juan Bosch, notable

intelectual y político dominicano, que nació en La Vega, en 1909, y

falleció en Santo Domingo, en 2001, después de una larga vida de

combates por la democracia y contra las diferentes fuerzas opresivas

que afectaban a nuestra América.

Para las gentes de mi generación, su nombre fue todo un

símbolo de la dignidad nacional dominicana y latinoamericana,

puesto que había liderado la lucha contra los males que azotaban

a los pueblos del Caribe: las dictaduras, la marginalidad social y las

intervenciones extranjeras.

Nacido en una época marcada por la presencia omnipotente

de tiranos y dictadores, su vida pública se inició precisamente

denunciando a esas tiranías y luchando contra ellas. En su país se

había instalado la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo a raíz de la

ocupación militar norteamericana de 1916 a 1924 y como parte del

nuevo sistema de dominación continental, en el que ocupaban lugar

protagónico ciertos oficiales de las guardias nacionales formadas por

los EE. UU. en cada país ocupado: era el caso de Trujillo, en su país,

pero también el de Anastasio Somoza, en Nicaragua.

Juan Bosch, como otros muchos dominicanos, se empeñó en la

lucha contra esa dictadura "sangrienta y fecal", para usar el calificativo

creado para el género por el guatemalteco Luis Cardoza y Aragón.

Ello lo llevó a la cárcel y después a un largo exilio de casi un cuarto

de siglo, que marcó definitivamente su vida y le puso en el camino

de la reflexión sobre la realidad pasada y presente de su pueblo y de

los demás pueblos de América Latina. En esa circunstancia escribió

en Chile, en 1955, su estremecedor libro Póker de espanto en el Caribe,



en el que desnudaba a las brutales dictaduras de Trujillo, Somoza, Pérez

Jiménez y Batista, impuestas conjuntamente por el poder norteamericano

y las oligarquías locales, dentro de un plan continental de mantenimiento

del statu quo y el inmovilismo social.

Para nuestro personaje, su principal interés estribó siempre en el

análisis denunciador de la tiranía que asolaba a su patria, como lo reflejan

sus varios libros y múltiples artículos sobre Trujillo y el trujillismo escritos

en esos años de ostracismo. Así nació, entre otras producciones, aquella

obra titulada Trujillo, causas de una tiranía sin ejemplo, publicada en Caracas

en 1959, mientras gobernaba Venezuela el doctor Rómulo Betancourt,

principal abanderado de la oposición continental contra el trujillismo y a

quien el tirano caribeño intentó asesinar mediante un audaz atentado, el

24 de junio de 1960.

Eso provocó, al fin, la reacción indignada de los gobiernos

democráticos del continente, a la que se sumaron los Estados Unidos

luego de la llegada de Kennedy al poder, en enero de 1961, por considerar

que la continuación política de Trujillo podía dar lugar al surgimiento de

"otra Cuba". En ese marco, un grupo de militares y civiles dominicanos

vinculados a los EE. UU. ejecutó al "Generalísimo" el 30 de mayo de

1961, en busca de dar paso a una democratización formal del país y evitar

un estallido revolucionario a la cubana. Con una mezcla de pragmatismo

y cinismo, el presidente Kennedy había definido poco antes las posibles

salidas a la situación dominicana, diciendo: "Hay tres posibilidades que son,

en orden de preferencia: un régimen democrático honrado, una continuación del régimen

de Trujillo y un régimen castrista. Debemos apuntar a la primera posibilidad, pero

realmente no podemos renunciar a la segunda, hasta que estemos seguros de que

podemos evitar la tercera".

En realidad, los EE. UU. buscaron desde el comienzo un “trujillismo

sin Trujillo”. De ahí que toleraran de mala gana esas elecciones de diciembre

de 1962, en las que triunfó Juan Bosch con un 60% de los votos, y que

luego apoyaran a la torpe dictadura que puso fin, en septiembre de 1963,

a ese ensayo democrático. Y, en fin, la descarada y brutal invasión militar

que ejecutaron en 1965, cuando el pueblo reaccionó contra esa dictadura

con la revolución popular del 24 de abril.en el que desnudaba a las brutales dictaduras de Trujillo, Somoza, Pérez Jiradas sobre nuestra América 3

Cabe señalar que Juan Bosch fue el abanderado de una

democracia de nuevo tipo, que buscaba asentarse en las reformas

sociales y el fervor popular antes que en el viciado sistema político de

los viejos partidos. Por lo mismo, puede considerársele un adelantado

de las nuevas formas de democracia que hoy se ensayan en América

Latina.

Para luchar contra la tiranía trujillista, Bosch había fundado

en 1939, junto con algunos compañeros de ideas, el Partido de la

Revolución Dominicana (PRD). Más tarde, tras el ajusticiamiento

del tirano, Bosch fue candidato de ese partido a la Presidencia de su

país y resultó electo abrumadoramente como el nuevo gobernante

de su patria. En tal condición, le tocó la dura tarea de iniciar la

democratización y moralización de un país que durante tres décadas

había vivido bajo una oprobiosa tiranía.

Durante los siete meses que duró su gobierno, promulgó

una nueva Constitución Política, en la que se fijaron los derechos

laborales, la libertad sindical, de cultos y de acción política. También

se esforzó en cobrar impuestos para financiar un vasto programa de

obras públicas y suspendió contratos lesivos al interés nacional, como

uno suscrito con la petrolera norteamericana Esso Standard Oil para la

construcción de una refinería.

Esas medidas golpearon a los rezagos del viejo régimen y en

especial a la corrupta jerarquía militar trujillista, que, siguiendo un plan

intervencionista gestado por los poderes imperiales, derrocó a Bosch

en septiembre de 1963 e impuso un Triunvirato Civil, que terminó

teniendo solo dos miembros. El gobernante derrocado marchó al

exilio en Puerto Rico, donde entonces actuaba como Gobernador su

amigo Luis Muñoz Marín, un político de tibio corte socialdemócrata.

Ahí escribió Bosch, en 1964, un formidable libro de denuncia titulado

Crisis de la democracia de América en la República Dominicana, publicado

en México ese mismo año y cuya traducción francesa fue publicada

al año siguiente por la editorial parisina Cujas. En esta obra analizaba

la resistencia de la estructura de poder oligárquico–imperialista a

toda apertura democrática, como lo probaba su derrocamiento y lo

confirmaría la posterior intervención militar de los Estados Unidos



Entre tanto, a comienzos de 1965 se alzó contra el gobierno

dictatorial la oficialidad no contaminada del ejército dominicano, en

busca de restaurar a Bosch en el poder. De inmediato, el pueblo tomó

las armas en apoyo de los militares constitucionalistas, estallando

la “Guerra de abril”, en que las fuerzas democráticas derrocaron

al gobierno usurpador y arrinconaron a los sectores militares que

opusieron resistencia al proyecto de restaurar a Bosch en la Presidencia

de la República. Entonces, cuando todo anunciaba el triunfo de los

rebeldes, el gobierno de los EE. UU., presidido por Lyndon Johnson,

envió 45 mil soldados para ocupar la República Dominicana y evitar,

según dijeron, el surgimiento de “otra Cuba”.

Bosch inició un nuevo exilio, esta vez en España y Francia, que se

extendería de fines de 1966 hasta el inicio de la década de los setentas,

y donde se dedicaría a investigar y escribir con su conocido impulso

intelectual y político. En ese periodo reflexionaría profundamente

sobre la realidad de su país y de nuestra América. Es también el periodo

en que Bosch visita varios países y se entrevista personalmente con

gobernantes como Tito, de Yugoeslavia, y Norodom Sihanouk, de

Camboya. Como consecuencia de todo ello, inició un giro político

hacia la izquierda, reflejado en sus nuevos libros.

El maestro estuvo siempre muy claro respecto de las fuerzas a las

que combatía y que lo combatían y eso le ayudó a profundizar, durante

este periodo de residencia en Europa, en el análisis de la dimensión

internacional de la política, la evolución histórica del capitalismo y la

división del mundo capitalista en un espacio central y otro periférico,

dominante el uno y dependiente el otro. Estudió también el fenómeno

del capitalismo hiperdesarrollado en los Estados Unidos, que había

dado lugar a la formación de esa estructura de poder que Eisenhower

llamara “el complejo militar–industrial”, la que, según apreció Bosch,

se expresaba políticamente en el “pentagonismo”. También estudió la

evolución histórica de la composición social dominicana y concibió la

tesis de un nuevo régimen político para los países dependientes o de

capitalismo subdesarrollado: la tesis de la dictadura con respaldo popular o

de la hegemonía política del pueblo.

Precisamente de esa época es su importante ensayo El pentagonismo,

sustituto del imperialismo, terminado en 1967, en plena época de la guerra

ituto del imperialismo, terminado en 1967, en plena época de la guerra



York). Además, ese mismo año vio la luz su libro Composición social

dominicana, antes mencionado, bajo el sello editorial de la Impresora

Arte y Cine, de Santo Domingo.

Salvando tiempo y circunstancia, este libro de Bosch sobre el

Caribe me parece el equivalente intelectual americano de ese brillante

estudio de Fernand Braudel titulado El Mediterráneo y el mundo del

Mediterráneo en la época de Felipe II. No solo que ambos libros tienen

un largo título, que más bien parece una breve descripción del tema

que enfocan, sino que también se asemejan en su afán totalizador

de análisis sobre unos grandes horizontes geográficos que son, a su

vez, grandes espacios civilizatorios y grandes escenarios históricos.

Además, ambos enfocan los diversos planos en que se desenvolvía

la historia regional, de modo paralelo o entrecruzado, planos que en

el libro del dominicano son tres, como él mismo se ha encargado de

precisar: uno, la lucha de los imperios coloniales por despojar de sus

tierras y riquezas a los pueblos del Caribe; dos, la lucha entre esos

imperios por prevalecer e imponerse a sus similares en esas tareas

de rapiña; y, tres, la lucha de resistencia o liberación de los pueblos

caribeños contra esas fuerzas colonialistas o neocolonialistas que los

acosaban.

En las décadas posteriores, Bosch volvería a la lucha electoral,

esta vez para enfrentar a Joaquín Balaguer, el heredero político de

Trujillo, y para buscar una elevación de la conciencia política nacional.

Para ello, rompió con el Partido Revolucionario Dominicano (PRD),

formación que él mismo fundara, pero que había perdido su rumbo

en medio de las aguas agitadas de la política contingente, y fundó

el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), al que concebía

como un instrumento indispensable para la toma del poder y la

transformación social de su país. Sobre ese mar de fondo, Bosch

triunfó en las elecciones de 1990, pero Balaguer, con respaldo de

los Estados Unidos, la gran burguesía dominicana y hasta la Iglesia

Católica, manipuló el conteo de votos y alteró los resultados,

autoproclamándose finalmente vencedor en la contienda.

Aunque no volvió a ejercer el poder, don Juan formó a una

generación de nuevos líderes políticos, de la que saldrían los futuros



gobernantes de su país. Por otra parte, se empeñó en utilizar las

nuevas técnicas de comunicación, como la radio y la televisión, para

educar políticamente al pueblo, hablándole de sus deberes y derechos

e instruyéndole en los mecanismos y recursos de la acción política en

democracia.

A la vez que enfrentaba políticamente al seudo-democrático

y corrupto régimen balaguerista, heredero directo del trujillismo,

Bosch, en plena madurez vital, volvería a investigar y escribir sobre

sus temas fundamentales: aparecieron de este modo sus libros La

fortuna de Trujillo (Santo Domingo, 1985), La pequeña burguesía en la

historia de la República Dominicana (Santo Domingo, 1985), El capitalismo

tardío en la República Dominicana (Santo Domingo, 1986) y Las dictaduras

dominicanas (Santo Domingo, 1988).

Pero, más allá de la lucha vital e intelectual contra los

dominadores de su país, Bosch también elaboraría profundos estudios

sobre la historia de las ideas en República Dominicana y en nuestra

América. Ahí están sus obras sobre Eugenio María de Hostos, el

precursor de la liberación intelectual y educativa dominicana, y sus

libros sobre el Libertador Simón Bolívar (uno de ellos para jóvenes),

que revelan la admiración de este luchador y pensador de hoy por los

luchadores y pensadores de ayer.

En fin, todas estas nuevas obras de ciencia social vendrían a

sumarse a sus varias y ya afamadas obras literarias. Porque hay que

precisar que Juan Bosch fue, además de un gran luchador por la

democracia, un notable literato y en especial un maestro del cuento.

Su carrera literaria se inició en 1933 con el libro de

cuentos Camino Real, recreación de sus experiencias vitales en

su pueblo natal. Poco después dio a luz su novela breve La

Mañosa (1936), que tiene por personaje central a una mula.

De aquellos primeros tiempos son también sus cuentos La mujer,

recogido en innumerables antologías, Dos pesos de agua y El abuelo.

Al regresar a su país, luego de un largo ostracismo, recogió sus

escritos en dos volúmenes titulados: Cuentos escritos en el exilio y Má...(Continuara)













18 de mayo de 2013

El papa dice que la desinformación, la difamación y la calumnia son pecado

                         Bergoglio atacó la costumbre de decir "solo la mitad de lo que nos conviene"


CIUDAD DEL VATICANO, Roma.- El papa Francisco dijo hoy que "la desinformación, la difamación y la calumnia son pecado", durante la homilía pronunciada durante la misa matutina que celebró en la residencia de Santa Marta en el Vaticano, donde vive.

Bergoglio atacó la costumbre de decir "solo la mitad de lo que nos conviene", o hablar para "arruinar la fama de una persona " o "decir cosas que no son verdad", y por tanto "matar al hermano".

Y exclamó: "cuánto se chismorrea en la Iglesia! cuánto charlamos nosotros los cristianos!". Para el papa argentino "la charlatanería es despellejar, es hacerse mal el uno al otro" y agregó que "la charlatanerías son destructivas en la Iglesia".

Unas 120.000 personas, miembros de movimientos eclesiales, han llegado a San Pedro para participar en la vigilia de Pentecostés, con una plegaria ante la imagen de la Virgen María "Salus Populi Romani", muy venerada en Roma.

Campitos donde se organizan campañas y fraguan intrigas



Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do


REACCIÓN PAUSADA.- El gobierno, o por lo menos la parte que se aloja en el Palacio Nacional, no fue indiferente al pasquín que se puso a circular hace una o dos semanas. No hizo alharaca, ni reaccionó acusando a lo loco. Tampoco desmintió los hechos ni defendió a los funcionarios víctima de difamación. Lo tomó ñcomo dicen los tigueresñ “con suavena”. Eso no quiere decir que no le inquietara el hecho ni le preocupara la intención aviesa o el propósito oculto. Lo asumió como lo suponía en el fondo: un ataque político. Ordenó una investigación, y los encargados hicieron un fino trabajo de inteligencia. Se sabe quien lo financió, pero igual quien lo hizo y además quien lo colocó en las redes. Poca gente, pero toda muy efectiva. Ahora ¿qué hacer? Esta decisión no es fácil, pues sea lo que fuere, en todo caso habría más riesgos que beneficios. Por ejemplo, si se hace público el Informe, también habría que dar publicidad al Libelo. Igual, si da a conocer los sujetos, el próximo paso sería su sometimiento, e iniciar un proceso que sabe dónde empezaría, pero no como terminaría...

HACER ALGO.- El gobierno, o por lo menos la parte que se aloja en el Palacio Nacional, sabe que están tirando, y sabe que no es de los molinos. De manera, que de lo malo saca algo bueno: ya sabe de que sector cuidarse. Podría devolver el ataque e involucrarse en una guerra que por ahora no tiene sentido y mucho menos provecho, pero para la cual tiene recursos y posibilidades. Pero piensa como en el Eclesiastés que cada cosa a su tiempo. Ponerse a pelear ahora lo sacaría de concentración y lo obligaría a dejar lo que está haciendo y que le gana tantas simpatías en la población. Quedarse dado tampoco conviene, pues la impunidad puede alentar nuevas embestidas. ¿Qué hacer, entonces? Podría lo mismo que se dice hizo con Hipólito Mejía y los movimientos de huelga de semanas atrás: entregar copia del informe de inteligencia al jefe político de los autores y hacerle ver las implicaciones y consecuencias de acciones tan arteras y alevosas. ¿Actuaron motu proprio o con consentimiento? El intercambio sería una forma de comprobaciónÖ

SIN EFECTO.- El pasquín demuestra la desesperación de ese sector político, pues el gobierno no tiene todavía un año de ejercicio para pensar en debilitar su imagen pública o dañar la reputación de sus funcionarios. El ataque fue directo al presidente Danilo Medina, pues buscó corroer las bases éticas de su administración al denunciar a su círculo más íntimo. En cuatro años muchas cosas pueden pasar, pero hay que esperar que sucedan para sacar ventaja política. Lo de ahora no tuvo ningún efecto, puesto que algunas medidas que se tomaron en el despacho presidencial no tuvieron nada que ver con el documento. Una Julieta enamorada y un Romeo que se aprovecha no es nada nuevo en los tratos de poder. Además, esa experiencia demostró todo lo contrario. El jefe del Estado no juega y no hay secretaria sagrada. Los deslices se pagan, y se pagan caros. Era impensable que eso ocurriera, y ocurrió. Los cercanos saben que los privilegios no alcanzan el campo de la moral. Que deben andar pianitos, puesto que si lo agarran fuera de base, pierden el cargoÖ

LOS CAMPITOS.- Estos hechos confirman lo que se viene diciendo: el horno del PLD no está para galletitas. La lucha asoma, y se cree que todavía no existe, pero la verdadera se libra con armas diversas, como ñen este casoñ el descrédito y la descalificación. Como el 2016 se pone lejos, se quieren forzar situaciones. Nadie parece andar en campaña, o por lo menos no se hace en los medios. Ahora se prefieren otros escenarios, que se suponen más discretos, pero que realmente no lo son. Los políticos, y como parte de su prestancia, se ocupan de tener posesiones fuera de la ciudad. En los alrededores o a veces a mayor distancia. Si no las tienen ellos, por lo menos sí sus amigos. No son haciendas, o centros de gran producción agrícola o pecuaria. A lo sumo finquitas, pero con un denominativo especial: El Campito de Fulano. Bien, en esos campitos se realizan reuniones políticas, se organizan campañas, e incluso se fraguan intrigas, que inciden en el devenir político. Por ejemplo, se habla mucho de un campito que queda por El Higüero...


TOMADO DEL LISTIN DIARIO

9 de mayo de 2013

Ilegalidad, sobornos y sobrevaloración de tarifas en el millonario negocio del transporte


IIlegalidad, sobornos y sobrevaloración de tarifas en el millonario negocio del conchoOfertan hasta RD$6 millones a OTTT para que apruebe rutas; han llegado a aceptar varias sumas

Noticia




SANTO DOMINGO. Los millones de pesos que genera el negocio del transporte público de pasajeros incita a grandes y pequeños empresarios agrupados en los denominados sindicatos a incurrir en acciones ilegales por controlarlo, incluyendo engaños, estafas, amenazas, asesinatos y sobornos a funcionarios que, según revelan, reciben ofertas de hasta RD$6 millones a cambio de permisos para operar rutas urbanas e interurbanas.

Esa estructura de ilegalidad que por años ha prevalecido en ese sector, amparada en una débil regulación que admiten las propias autoridades, no sólo ha hecho del concho un comercio donde las rutas se venden al mejor postor, sino que se oferta con una cantidad de vehículos superior a la requerida, y obliga a los usuarios a pagar un tarifa de pasaje sobrevaluada.

Inclusive, quienes participan de este sistema, coinciden en asegurar que al gobierno se le haría muy difícil articular el transporte como los sindicatos han logrado organizarlo en las últimas décadas.

Un informe sobre Tarifas de Transporte Público, elaborado por la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT) en febrero de 2011, determinó que sólo en los viajes de trabajo que se realizan en el transporte urbano de Santo Domingo, los usuarios pagan un excedente en tarifa de RD$7,566,000 al año.

Los técnicos de la OTTT evaluaron, además, 64 rutas interurbanas, en las que el excedente cobrado a los pasajeros fue de RD$356,428,128 en promedio.

Sólo en el servicio urbano de Santo Domingo se mueven cada día 1,250,000 pasajeros, según cálculos de la directora técnica de la OTTT, María Paz Conde Vitores.

Aunque no tiene una cifra exacta a nivel interurbano, Conde Vitores refiere que apenas en 95 de esas rutas, a las que se les realizó estudios de demanda, se desplazan cada día 7,122 personas.

La OTTT tiene registradas 1,309 rutas reguladas, de las que 602 son interurbanas y 707 urbanas. La Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet), que controla el servicio en el Gran Santo Domingo, tiene autorizadas otras 208 rutas.

Sobre el monto global que manejan los choferes tampoco existen datos oficiales. Pero Héctor Mojica, director general de la OTTT, recuerda estimaciones de los propios sindicatos que fijan la cifra en unos RD$50 mil millones al año, pero que sectores empresariales la calculan en RD$120 mil millones.

Cabe mencionar que los choferes reciben subsidios del Gobierno para compensar los costos operacionales, y evitar así los aumentos en los precios de los pasajes que pretenden aplicar en forma permanente, con la amenaza de realizar paros constantes.

Datos del Ministerio de Hacienda indican que en apenas un año y siete meses a los transportistas se les entregaron RD$3,222,809,331, a través del subsidio al gasoil; y RD$2,332,785,420 del programa Bono Gas Chofer, en cuatro años.

El informe de tarifas de la OTTT, cuyos resultados se citan en el Plan Estratégico 2013-2016, indica: "los usuarios pagan tarifas elevadas debido a la exagerada sobreoferta de asientos y poca demanda". De hecho, evaluaciones que hizo esa entidad en 160 rutas a nivel nacional, y que cita María Paz, determinaron que en todas hay sobreoferta de asientos.

En el informe se agrega, además, que los aumentos de las tarifas se deben, "a la compleja estructura que han forjado los prestadores del servicio, la cual incluye elevados montos asignados a los turnos, venta y alquiler de los mismos, alquileres de unidades, cobro de beneficios por parte de propietarios de unidades a choferes, etc.".

Rutas: cotizadas y caras

Choferes que prestan servicio en Santo Domingo coinciden en que para adquirir una ruta (el derecho a conchar en un trayecto) deben pagar entre RD$150,000 a RD$400,000 al "dueño".

Aunque muchos no se atreven a identificarse por temor a represalias de sus superiores en los gremios, Junior Frías, secretario de Organización del Sindicato Unido de Choferes y Cobradores de San Isidro (Siuchosani), asegura que esa ruta, que va desde San Isidro hasta la Juana Saltitopa con París, cuesta unos RD$150,000.

Según Frías, una guagua produce en promedio RD$5,000 al día, cobrando el pasaje a RD$35 por el trayecto completo. De ese monto, el operador del vehículo debe pagar RD$525 al control de la ruta, RD$340 de dieta, RD$100 de lavado y RD$50 de parqueo, además de gastar unos RD$2,000 en gasoil, según dice.

Detalla que el dinero restante se distribuye 60% para el dueño del vehículo, 25% para el chofer y 15% para el cobrador.

Siuchosani, afiliado a la Unión Nacional de Transportistas y Afines (Unatrafin), que preside Arsenio Quevedo, lleva 27 años en la ruta y en la actualidad cuenta con 67 unidades y 200 choferes afiliados.

Manuel Martínez, control y chofer de la Asociación de Propietarios de Carros de la 27 de Febrero (Asoprocavefe), afiliada a la Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano), que preside el diputado Juan Hubieres, sostiene que "esta es una de las mejores rutas. Aquí tú te llevas hasta 6,000 pesos diarios". Esa ruta, o turno como lo reconoce la OTTT, cuesta entre RD$350,000 y RD$450,000.

Conflictos con "piratas"

Conchar sin estar autorizado por un ente regulador, o sea, ser un "pirata", constituye una práctica común en el concho nacional, por la que se quejan constantemente los choferes regulados, que acusan a la Amet de no sacar a los intrusos de las calles, porque en su mayoría son policías y militares.

Pero la Amet, consultada al respecto, alega que fiscaliza (multa) a los "piratas" donde quiera que haya rutas, pero no respondió a la pregunta de si estas personas son agentes o no, ni tampoco revela la cantidad de multados por piratear.

"Hay muchos piratas. A veces cuando la Amet no hace operativos contra los piratas, formamos un equipito y vamos y le apeamos los pasajeros a los piratas", dice el control Manuel Martínez.

Sacar bajo amenaza, con palos y/o armas de fuego, a los denominados "piratas" se vuelve común entre choferes. En estos "operativos" -como les llaman los sindicatos- varias personas han resultado muertas o heridas.

Entre las víctimas mortales se cuenta el chofer Joel Alfredo Decena, asesinado en mayo de 2011 en Santo Domingo Norte. En agosto de 2011, cinco personas resultaron heridas en un enfrentamiento por una ruta en San Cristóbal; y en otro conflicto similar en el este, otras cinco personas, incluidos pasajeros.

En marzo pasado murió el chofer Víctor de los Santos, a manos del sargento de la Policía Carlos Valdez, cuando el agente fungía como "pirata", según se informó.

Sobre el control que debe haber en las rutas para evitar estos casos, el director de la OTTT admite que sólo pueden ordenar el retiro de las unidades que estén ilegales, y convencer al chofer para que se abstenga de conchar, pero que, los dirigentes sindicales establecen sanciones entre ellos, que luego la entidad valida. Asegura que cuando llegó a la organización debió cambiar a los directores provinciales, porque en su mayoría eran personas de los sindicatos, y que eso ha contribuido para que ahora, según dice, se den menos conflictos.

Estafas en los sindicatos

Un chofer de la ruta 27 de Febrero contó, bajo anonimato, que hace poco más de un año se "desaparecieron" los recursos que se suponía tenía acumulado el sindicato, y que salía del pago de RD$100 y RD$150 diarios que hace cada chofer al "control". El caso habría ocurrido justo cuando estuvo al frente del sindicato el regidor de Haina, Máximo Núñez, quien supuestamente amonestaba con varios días fuera de ruta a los choferes que se atrevían a preguntar por el estado financiero.

Finalmente, Fenatrano sustituyó a Núñez, y asumió directamente el control de la ruta, según cuenta el chofer. No fue posible confirmar el caso con Fenatrano.Sobornan con millones a la ottt para que le apruebe rutas90% dice es malo


El pasado presidente de la OTTT, Germán Peña Guadalupe, afirma que cuando llegó a esa entidad en 1998 "era un mercado", donde las rutas se aprobaban al mejor postor.

Cita que por una ruta entre Santo Domingo y Santiago, le ofrecieron un soborno de RD$1 millón para que la aprobara, a lo que él se habría negado, pero que, una vez salió de la entidad, quienes lo sucedieron decidieron lo contrario. "Supe que se había pagado cinco millones por ella", afirma.

El actual director de la OTTT, Héctor Mojica, asegura que su personal recibe todo el tiempo ofertas de RD$5 millones y RD$6 millones a cambio de permisos para rutas, que ellos rechazan.

Sostiene que en siete meses que tiene al frente de esa entidad ha recibido unas 20 solicitudes para rutas nuevas o ampliación de éstas, de las que apenas se han aprobado dos en autopistas nuevas, como la de la Autovía del Coral, en el Este, y la nueva carretera a Las Terrenas, Samaná.

Recuerda que, tanto el decreto 477 que crea la Amet, como el del subsidio al gasoil, de 2001, prohíben otorgar nuevas rutas, a menos que los estudios determinen que se necesitan. Dichos estudios se realizan desde hace tres años, y para cada ruta que se solicita hay que determinar las características socio-demográficas de los usuarios, y dimensionar el trayecto para saber qué cantidad y tipo de vehículos debe suplir la demanda.

En 2010 cerró la auditoría de rutas que hizo la OTTT, quedando registradas todas las existentes a ese momento, lo que lleva al funcionario a asegurar que hoy todos los turnos y sus choferes están regulados.

La afirmación contrasta con el testimonio de Alfredo Pulinario Linares, presidente del Movimiento Choferil del Transporte (Mochotran), quien sostiene que entre sus afiliados existen por lo menos mil unidades que salen a conchar sólo con el rótulo del gremio, porque aún no tienen permisos.

90% DICE ES MALO 

Un total de 592 lectores de diariolibre.com calificaron el transporte público de Santo Domingo de la siguiente manera: 90% (531 votos) dijo que era "malo"; 7% (44 votos), "regular", y 1% (8) que era "bueno". El 2% (9 votos) lo calificó "excelente".

Tomado de Diario Libre

3 de mayo de 2013

JUAN BOSCH: MIS RELACIONES CON CAAMAÑO

Profesor Juan Bosch y el Coronel Caamaño   

En un articulo que produjo la revista ¡ahora!, No 486, del 5 de marzo de este año bajo el titulo de “Bosch relata la desaparición de Caamaño” conté mis relaciones con el Héroe de abril hasta aquel domingo” ya en el mes de octubre    (de 1967)” cuando “Caamaño y su familia salieron hacia Madrid desde Benidorm, donde vivía para esos días.  En ese articulo expliqué que al despedirme “me dio un abrazo y me dijo algo que no pude entender.  Sin embargo, el abrazo y las palabras se correspondían y tenían una significación especial; no era una despedida simple sino algo más.  Fue como si me hubiera dicho que volviéramos a vernos en circunstancias especiales, en otra forma, en otra tierra”, según dije en ese artículo.  Y lo cierto es que no volvimos a vernos, aunque faltó poco para que nos viéramos de nuevo; y nuestras relaciones se reanudaron, aunque de manera irregular y por muy poco tiempo, algunos meses del año 1968. Y a esas relaciones cortas e irregulares es a las que voy a referirme en este artículo.
No me seria fácil ahora, a esta distancia de años, cuantos días pasaron desde que Caamaño salió de Benidorm hasta que llegó a Londres; pero deben haber sido pocos porque no debíamos ir por el 15 de octubre cuando se presentó en mi casa una persona que llevaba un mensaje de Caamaño.  El mensaje iba dentro de un cigarrillo y era muy corto; en él me anunciaba que el portador me entregaría 500 dólares para que los guardaras para él (Caamaño) podría necesitar en cualquier momento que alguien hiciera viaje a cualquiera otra gestión que él pudiera pedirme.  Tal vez dos o tres semanas después de eso, a fines de la primera semana del mes de noviembre, tal como dije en el artículo que reprodujo la revista ¡ahora!, se presentó en Benidorm el capitán Héctor Lachapelle Díaz; y según dijo en el mencionado artículo: “había volado desde Londres hasta Alicante para saber si yo tenia noticias del coronel Caamaño; el Dr. Jottin Cury y Doña Chichita de Caamaño, también en busca de noticias.  Cury, Montes Arache, Lachapelle y yo tuvimos largo tiempo realizando punto por punto, y con la mayor atención, todas las posibilidades del caso, y nuestra conclusión fue una: el coronel Caamaño se había ido de Europa por su propia voluntad y después de haber preparado con mucha con mucha anticipación y con mucho cuidado cada uno de sus pasos.  No había temor de que le hubiera sucedido o pudiera sucederle una desgracia.  Nuestras dudas quedaron sin aclarar sólo en un aspecto.  No sabíamos, ni podríamos averiguarlo por el momento, a donde había ido Caamaño.
Lo que no dije de esa entrevista en ese artículo es que en vista de que ni Montes Arache ni Lachapelle Díaz ni Jottin Cury tenía medios para moverse por Europa; yo dispuse de los 500 dólares que  Caamaño me había mandado unas tres semanas antes y se los entregué para que los usaran a su mejor saber y entender.  A partir de entonces no volví a tener noticias de Caamaño, pero el 6 de enero de 1968 (y no puedo olvidar la fecha porque en la noche anterior había nevado en las montañas que están detrás de Benidorm y el día de los Reyes Magos era frio hasta calar los huesos) supe que estaba en Cuba; lo supe por una visita que llegó de Valencia a llevarme un mensaje suyo.
Yo tengo buena memoria, y para algunas cosas, muy buena; pero hay algunas otras en la cual no es buena; por ejemplo, en los títulos de los libros que leo y en las fechas de los acontecimientos de mi vida, sean o no sean importantes.  Puedo recordar que el día de la llegada a Benidorm de la visita de que acabo de hablar era 6 de enero porque en ese caso se unieron dos circunstancias; era el día  de Reyes y las montañas de Benidorm estaban nevadas.  Sin embargo, no podría decir ahora con seguridad si las cosas que voy a referir inmediatamente las dije en esa fecha o en el mes de marzo, cuando volvió a visitarme la misma persona.  Creo, sin embargo, que lo que hablé entonces con esa visita fue lo que voy a contar porque parte de la conversación se relacionó con el Dr. José Francisco Peña Gómez y el Dr. Peña Gómez andaba por esos días cerca de España; tal vez estaba en Suecia y creo que estuvo en Benidorm al finalizar el mes de diciembre.
Lo primero que me dijo la visita, de parte del coronel  Caamaño, era que él se hallaba en Cuba y que había un Cubano interesado en tener entrevista con el compañero Peña Gómez (que todavía no tenia titulo de Doctor en Derecho); que la entrevista se había arreglado para ser celebrada en París; que Peña Gómez debía entrar en el tren subterráneo (metro) de la plaza Marceau a las 3:00 de la tarde que cuando fuera bajando las escalera se le acercaría un hombre y le preguntaría si el fumaba cigarrillos Aurora, a lo que Peña Gómez respondería que no.  Y que a partir de ese momento el que le hiciera la pregunta se le pondría al lado y seguiría caminando y hablando con el hasta llegar a un punto donde estarían los dos y el desconocido le daría un mensaje del coronel Caamaño que Peña Gómez debía transmitirme inmediatamente.
No se si se debe a que de niño leía novelitas de misterio y espionaje, pero es el caso que soy muy desconfiado en todo lo que se relacione con actividades de este tipo.  La cita en el metro de la plaza Marceau que me pareció una provocación, y eso que yo no sabia entonces, como lo vine a saber después.  Que el jefe de G-2 Cubano en Europa, (me parece que se llama Hugo Castro), el mismo hombre que arregló el viaje del coronel Caamaño a Cuba, estaba trabajando para la CIA desde antes de ese viaje del coronel Caamaño, de manera que el coronel Caamaño estuvo vendido a la CIA desde antes de pasar, siquiera, en ir a Cuba, porque tan pronto llegó a Londres el Héroe de abril entró en relaciones dl jefe del G-2 cubano, que residía en Paris, ciudad a la cual iba Caamaño con frecuencia.
Mi argumento para no autorizar la entrevista de Peña Gómez en Paris con el misterioso agente cubano fue el siguiente: “Hazle saber a Francis (el nombre que le dábamos a Caamaño en la intimidad) que Peña Gómez es negro, y sin embargo, si lo mando ahora al Congo, que es un país de negros, allí llamará la atención por la arrogancia de su figura, y con mucha más razón llamará la atención en Paris, que es una ciudad de gente blanca, y más todavía en la Place Marceau, que está en el corazón de Paris.  Si Peña Gómez va a esa cita, seguramente la CIA lo detectará, y al mismo tiempo se quemarán Peña Gómez y el PRD.  No; dile a Francis que no; que no autorizaré esa reunión”.
La persona con quien estaba hablando era de las que no abandonan su posición fácilmente y trató de persuadirme de que tratándose de revolucionarios probados, como eran los cubanos, Peña Gómez no corría ningún peligro de ser descubierto por la CIA pues seguramente los agentes del gobierno de Cuba en Paris habían tomado todas las precauciones para que eso no pudiera suceder.  Pero yo tampoco soy de los abandonan fácilmente su posición y  le expliqué que de quien hay que desconfiar es de los aliados, no de los enemigos, porque del enemigo no se fía uno nunca, o por lo menos no debe fiarse uno jamás.  El peligro está en confiar en un aliado, porque el aliado puede ser, sin uno saberlo, agente del enemigo.  Discutimos y al fin las cosas quedaron como yo decía: Peña Gómez no iría a Paris ni a ninguna parte y no tendría entrevistas con ningún miembro del G-2 cubano.  Para entrevistas futuras, que Francis mandara un dominicano, no un cubano, fue mi conclusión.
Yo me preparaba ya a decirle a Dios a la persona que había ido a verme en esa fría mañana de enero, pero de pronto ella dijo que había un segundo punto que tratar.
¿Cuál era?
Era que Francis quería que se le enviara a Argelia a un ayudante que había dejado en Londres y mi visitante me entregó un papel con todos los detalles de la forma en que había de hacerse la operación para embarcar al ayudante de Caamaño.  En primer lugar, yo debía llamar a un teléfono de Madrid para preguntar no recuerdo que, y esa llamada mía indicaría que el ayudante podía trasladarse de Londres a Madrid; ya en Madrid, el ayudante me llamaría con tal y cual nombre y yo haría entonces los arreglos para enviarle el pasaje a Argel, capital de Argelia, para que se le entregara el papel con las instrucciones de lo que debía hacer al llegar a Argel.  Recuerdo nítidamente que en esas instrucciones figuraba el nombre de un café donde el ayudante de Francis debía entrar y el de una bebida que debía pedir en voz alta; después de pedir esa bebida un hombre se le acercaría por el lado derecho y le haría la misma pregunta que se le hubiera hecho en el subterráneo en la Place Marceau a Peña Gómez en caso de que éste hubiera ido a la cita de Paris.
“No puedo encargarme de esas gestiones ni puedo ayudar al ayudante de Francis a viajar a Argelia porque el dinero que Francis me dejó se gastó hace dos meses.  Se le entregué completo a Montes Arache, Lachapelle y Jittin Cury para que pidieran viajar a Paris y Holanda”, le dije a mi visitante.
Mi visitante quiso darme a entender que quizás lo del dinero pudiera resolverse; que lo importante era que yo hiciera la llamada a Madrid y que dieran facilidades para que el ayudante de Caamaño pudiera viajar a Argelia.  Pero era natural que yo mantuviera en este caso la mista actitud que había mantenido en el caso de la posible entrevista de Peña Gómez con un desconocido en un lugar de Paris.  Cualquiera que fuera mi intervención, pequeña o grande, en el caso de Peña Gómez como en el del ayudante de Caamaño, si la CIA estaba al tanto de los movimientos de Caamaño, el PRD saldría perjudicado sin que ese perjuicio se justificara porque nosotros no estábamos en actividades conspirativas de tipo guerrillero o internacional.  Y el instinto me decía, como si supiera en que andaba el jefe del G-2 cubana en Europa, que por detrás de cualquier movimiento que se relacionara con Cuba debía hallarse necesariamente la CIA.  Así, pues, tampoco cedí en ese asunto, y la visita se fue pasado el medio día sin haber logrado lo que había ido a buscar a Benidorm.
Y he aquí que un buen dio, en el mes de marzo, probablemente a mediado del mes, la misma persona volvió a presentarse a mi casa de Benidorm y quiso hablar conmigo a solas.  Sus acompañantes salieron con Doña Carmen a la playa y a recorrer el poblado, mientras nosotros dos hablábamos.  Sus primeras palabras fueros estas: “Me voy a Cuba.  Voy haber a Francis y quiero saber que debo decirle de parte de usted”.
Esta declaración me vino como anillo al dedo porque era mucho lo que vi había pensado en Francisco Caamaño Deñó y en su destino.  El Héroe de abril había salido de la Revolución convertido en un Líder, y en términos de ajedrez el líder es el jugador no es una ficha de tablero; el es quien mueve las fichas para hacerle frente al adversario.  Ahora bien, al irse a Cuba Caamaño se iba convirtiendo por su propia voluntad de jugador en fija que otro jugador podía jugar cuando le conviniera.  Por otra parte, la situación mundial estaba cambiando a la carrera y se veía que la ola revolucionaria iba cediendo, por lo menos en la América Latina.  ¿Durante cuanto tiempo iba a tener que quedarse Caamaño en Cuba aislado de nosotros y del pueblo Dominicano?.  En aquellos días era difícil preverlo, pero ahora sabemos que iba a mantenerse en ese aislamiento más de cinco años, tiempo suficiente para que la imagen de cualquier líder se destiña a los ojos de su pueblo, sobre todo si no a sido un líder de actividad prolongada, como no lo fue Caamaño, que pasó por el cielo político nacional con la fuerza de un relámpago, pero también con la velocidad deslumbrante del relámpago.  Había llegado, con esa persona que iba a verlo en Cuba, la oportunidad de hacerle saber a Caamaño mis preocupaciones, y no iba a desperdiciarla. 
Así, pues, le hablé a mi visitante de esta manera: “Dile  Francis que preveo un entendimiento entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, una especie de acuerdo para llegar a un reparto de influencias en el mundo; explícale cuidadosamente esto que voy a decirte a continuación: que a mi juicio, si hay ese acuerdo entre los dos gigantes, la Unión Soviética le pedirá a los Yanquis que no se matan más con Cuba, que la dejen tranquila, que no le envíen más grupos de antisfidelistas a atacar la isla ni a matar a Fidel; que a cambio de eso, ellos, los Soviéticos, se comprometerán a obtener de Fidel que no manden más guerrillas a otros Países de la América Latina o que cese en su ayuda a las guerrillas que hay ahora en actividad”.
A continuación hice que mi visitante me repitiera esas palabras tal como la había entendido, aunque no fuera tal como yo las había dicho.  Mi interés era saber si había captado su sentido.  Las repitió y quedé satisfecho; y entonces volví hablar; y esto fue lo que le dije:
“Dile a Francis que se mantenga alerta y que si él advierte señales de ese entendimiento, que se salga de Cuba; que salga por Vietnam y declare al mundo que él estaba en Vietnam observando la manera de combatir de los vietnamitas, y que después de eso el y yo nos veremos donde el quiera”.
Hay terminó la entrevista.  La persona que me oyó hablar así esta viva y leerá este articulo; se lo enviare por si tiene que hacer alguna observación, agregar algo que se me haya quedado oculto en los recovecos de la memoria o enmendar cualquier error mío.  Pero estoy seguro de que mis palabras fueron en esencia las que están escritas.  Esa persona se despidió y no he vuelto a verla.  Tampoco volví haber a Francisco Alberto Caamaño, que moriría cinco años después fusilado en las Lomas de Ocoa.
Tal vez iba terminando el mes de mayo quizás estábamos ya en junio; pero es el caso que un domingo, mientras se hallaban en mi casa Peña Gómez y dos jóvenes dominicanas llegó una persona desconocida.  Era un cubano que me abrazó con mucha emoción y me entregó una carta, o mejor dicho dos cartas.  Una de ellas era de Caamaño; la otra de Raúl Roa.  Además de las cartas, el cubano me dio un recado: para dentro de tantos días (ahora no recuerdo si eran diez, doce, o quince) me estaría esperando en Roma un enviado personal de Caamaño.  Todavía se hallaba en casa el mensajero cubano cuando llegó otra visita de Madrid con otra carta de muy pocas líneas, que en resumen decía esto: “En estos días van a invitarlo a hacer un viaje fuera de España.  No lo haga porque estará vigilado desde que coja el avión”.  Por esa razón, quien iba a hacer el viaje a Roma iba hacer José Francisco Peña Gómez y no yo.  De ese viaje suyo a Roma a escrito Peña Gómez más de una vez, de manera que pasaré sobre el de prisa sin detalles.  En cuanto a la carta de Caamaño que me llevó el cubano, se la devolví con una respuesta muy corta y a mano del propio mensajero que me llevó la suya.  ¿Por qué se la devolví?.  Porque no quería que esa carta figurara en mi archivo, que en cualquiera salida mía de Benidorm podía ser registrado por agente secreto de cualquier país.  En esa carta Caamaño me decía que había recibido el recado que le había enviado en el mes de marzo, pero que yo no comprendía la grandeza del alma de alma de la revolución cubana y de sus lideres; que a esos líderes ningún poder de la tierra los haría desviarse de sus planes de ayudar a la revolución latinoamericana hasta el sacrificio total, de ser necesario, de la revolución cubana.
De esa carta deduje que Caamaño se había sumado con toda el alma a la tesis “foquista” y que no iba abandonarla, y de hay que al darle mis instrucciones a Peña Gómez para la entrevista de Roma le dijera que por ninguna razón comprometiera al partido en ayuda o apoyo a  una acción guerrillera, y que si le ofrecían dinero no aceptara, y reclamara solamente la suma gastada e el viaje de Benidorm a Roma ida y vuelta, pero ni un centavo más  Recuerdo vivamente que cuando me día cuenta de su misión Peña Gómez me preguntaba como sabia yo que le iban a ofrecer dinero y además decía sonriendo: “ Profesor, era mucho dinero el que querían darme; era un montón enorme de billetes americanos grandes”.       
      El cubano (Por cierto, persona muy gentil y evidentemente muy sincera) que me llevó la carta de Caamaño a Benidorm y su recado para que viajara a Roma me mandó un mensaje con un dominicano que vivía en Madrid para que nos viéramos donde yo quisiera, y como yo salía en esos días de viaje hacia Francia y Suiza, le mande a decir que podíamos verlos en Barcelona.  Cuando llegué a mi hotel en aquella Ciudad, hay estaba en cubano.  Me dijo que yo debería mandar un hombre a Cuba y le dije que podía hacerlo si me facilitaba el pasaje, pero el quiso darme dinero para comprar el pasaje y yo no podía aceptar semejante trato; de manera que cuando volvimos a vernos, en Benidorm, precisamente en presencia del Dr. Peña Gómez (pues en ese momento estaban reunido en mi casa, o mejor dicho frente a mi casa, los compañeros que habían ido a participar en la reunión de la cual salió la llamada Acta de Benidorm), yo le dije con toda franqueza que nosotros como partido no podíamos tener relaciones con el G-2 cubano ni con ningún G-2 del mundo; y hay terminaron mis relaciones y, en cierto sentido, mis relaciones con Cuba con Caamaño.
 Digo que en cierto sentido porque yo seguí haciendo esfuerzo por sacar a Caamaño de Cuba, pero él no respondió a esos esfuerzos; y uso la palabra respondió en términos materiales; esto es, no tuve de él en ningún caso ninguna respuesta.  Sus padres estuvieron en Benidorm y vinieron a verme, no recuerdo si en el mes de enero de 1969, preocupados, como es natural, por el destino de su hijo, y le expliqué que no temieran nada porque Francis no podría salir de Cuba con una guerrilla hacia Santo Domingo.  Ya para esa época había numerosos síntomas de que se había producido entre la Unión Soviética y los Estados Unidos el entendimiento a que me refería antes, y así se lo dije a Doña Nonín y a Don Fausto Caamaño.  Aproveché después un viaje de Narciso Isa Conde a Cuba para tratar de que Caamaño saliera de la Isla hermana y se fuera a Vietnam, donde podríamos vernos y tratar el caso dominicano; pero según me contó después Isa Conde en Paris, Caamaño no accedió a tener esa entrevista conmigo.  Yo veía en proceso de liquidación la etapa de fervor revolucionario que se había estado viviendo en toda la América a partir del éxito de la revolución cubana y quería que Caamaño volviera al país y se integrara a la lucha política dentro del Partido Revolucionario Dominicano, donde podía desarrollar con toda amplitud sus capacidades de líder; pero el se negó a aceptar la posibilidad, siquiera, de tratar ese tema conmigo.  Caamaño no se sintió nunca Perredeista y además, a pesar de que era el producto de una revolución urbana y de masas, se había hecho “foquista” y era “foquista” de corazón, y de hay no iba a sacarlo nadie como demostraron los hechos.
A fines de 1969, cuando retorné de mi viaje a Corea, China, Vietnam y Cambodia, fue a visitarme en mi casa de Paris un amigo de mis días cubano.  Ese amigo era el Embajador de Cuba en Paris y acababa de regresar de un viaje a la hermosa isla de Fidel Castro.  Era natural que al vernos al cabo de dos años sin haber cambiado una palabra habláramos de varias cosas, y así lo hicimos; pero de buenas a primera me dijo él: “Profesor, el comandante es su amigo; ustedes son amigos viejos.  ¿Por qué no le escribe diciéndole cualquier cosa, lo que usted quiera”.
¿Qué pensé yo al oír lo que decía el Embajador Cubano?.
Pensé en el acto en Francisco Alberto Caamaño; pensé en que se me estaba brindando una oportunidad para llegar hasta él y tratarle de alguna manera lo que quería decirle desde hacia tiempo; pero pensé también que Fidel Castro quería que fuera yo quien le diera pie para poder hablar del caso de Caamaño, y por tal razón yo debía hacer una prueba: esperar que el embajador insistiera en la petición.  Si insistía, no había duda de que Fidel Castro quería tratar conmigo el problema de la permanencia de Caamaño en Cuba.
Y el embajador insistió, no una sino dos veces, al cabo de las cuales le escribí a Fidel diciéndole generalidades sobre el PRD y sobre la situación general del PRD y los planes que teníamos para desarrollar como un partido bien organizado.  Como respuesta a esa carta me llegó una invitación transmitida verbalmente por el embajador, para que fuera a Cuba y la invitación salía directamente de Fidel Castro.
¿Qué tenia yo que hacer ante esa invitación?.
En primer lugar, tenia que pedirle autorización al partido para hacer el viaje a Cuba, y el segundo lugar tenia que estar segura de que ya en Cuba podría ver a Caamaño, y no solo verlo sino hablar con el tantas veces como fuera necesario para convencerlo de que se fuera a Santo Domingo a trabajar dentro del PRD .
¿Pero como podía asegurarme de todo eso con anticipación?.
De una sola manera: proponiéndole a Fidel que antes de salir hacia Cuba yo debía conocer la agenda de lo que iba a tratar con el y esa agenda debía haber un punto que era para mí de interés especial: ver a Caamaño y hablar con el y quedar en libertad decir que lo había visto en Cuba y de que cosas habíamos hablado.  Sin cumplirse esos requisitos no podría ir a Cuba porque desde Cuba saldría hacia Santo Domingo y era absolutamente imposible que llegara a mi país yendo de Cuba y que dijera que no había visto a Caamaño  que él no estaba en Cuba.  Nadie en Santo Domingo habría creído que abriendo ido a  Cuba no pude ver a Caamaño, porque ya hacia tiempo que en mi país se sabía que Caamaño se hallaba en Cuba.  En cambio, mi posición ante el pueblo dominicano habría sido muy diferente (y además, la única que sabia en un hombre como yo) si al llegar allí hubiera dicho: “Vi a Caamaño, lo invite a venir a trabajar en el PRD y se negó o aceptó y vendrá tal día. 
Desde luego, le propuse al embajador cubano, y a través de él a Fidel castro lo que acabo de decir y espere la respuesta de Fidel.  Esa respuesta llegó, pero y en el año de 1970 y no era la que yo esperaba; era así: que no me preocupara por la agenda de lo que íbamos a tratar Fidel y yo, que seria decidido tan pronto yo llegara a la Habana.
¿Qué podría hacer ante esta respuesta? ¿Aceptarla?.
De ninguna manera. Por nada del mundo podía ir a Cuba sin tener la seguridad absoluta, dada por el propio Fidel Castro de que podría ver a Caamaño, podría hablar con él y podría decirle al pueblo dominicano que lo vi y explicarle de que habíamos hablado.  Así pues, no acepte el mensaje del embajador (es decir, no lo acepte en mi fuero interno, aunque lo oí con la debida cortesía) y me dispuse a esperar la oportunidad propicia para salirme con mi empeño.
Me acuerdo con el compañero Peña Gómez, Secretario general y jefe del PRD dentro del país, era que yo volvería a Santo Domingo después de pasadas las elecciones de 1970, que iban a tener lugar el 16 de mayo; y por esa razón disponía de tiempo suficiente para esperar un cambio en la actitud de Fidel Castro.  En el mes de marzo el embajador cubano volvió a repetirme la invitación de viajar a Cuba y volví a repetirle mis condiciones sin lograr el resultado que buscaba.  Pero ya para fines de marzo yo veía con claridad que no iba a poder esperar hasta después de las elecciones sin retornar a Santo Domingo, y no quería salir de Europa sin dejar resuelto el problema que representaba para el porvenir político del país y del PRD el caso de Francisco Alberto Caamaño.  Por esa razón, a fines de marzo entré en conversación con un dirigente del partido comunista dominicano, que podía ir fácilmente a Cuba y ver a Caamaño y decirle en mi nombre todo lo que yo quería y no iba a poder decirle.
Ese dirigente del PCD salió para la habana en los últimos días de marzo o en los primeros de abril y llevaba una carta mía para Caamaño en la que le pedía que lo oyera como si se tratara de mi mismo, pues lo que el iba a decirle era lo que no podía decirle yo porque las circunstancias habían cambiado y ya yo no podría verlo en Cuba debido a que tenia que salir para el país lo antes posible.  El dirigente del PCD fue a la Habana y vio a Caamaño y habló con el.  Desgraciadamente no pudo hacerlo a tiempo, y el día que llegó a verme en Paris yo tenia ya dos o tres horas volando en dirección hacia Santo Domingo.  Todavía quedó en el aire una posibilidad, y fue la de que yo aceptara la invitación que me hizo el gobierno cubana para que visitara a Cuba para la celebración del 26 de julio de ese año de 1970; pero yo estaba ya en Santo Domingo, y en caso de haber viajado a Cuba quizás el Doctor Balaguer que pretendió no dejarme entrar en el mes de abril se habría aprovechado de la ocasión para mantenerme fuera del país.
Para mí estaba claro que si se me invitaba air a Cuba era porque se aceptaban las condiciones que yo había manifestado.  Ahora bien, ¿habría Caamaño aceptado salir de Cuba y venir al país a luchar dentro del PRD?.
Eso no podía saberlo yo y posiblemente no lo sabía nisiquiera Fidel Castro.  Los hechos ocurridos en febrero de 1973 indican que Caamaño no habría aceptado mi proposición porque creía en sus métodos de lucha, no en los míos, aunque estos fueran los que aconsejaban las circunstancias del país y de América, así como en el 1965 aconsejaron la guerra del pueblo.