Las recetas del FMI hundieron a Latinoamérica en la mitad del Siglo XX
Diego Olivera
Cuando uno observa y analiza la grave crisis del modelo capitalista, se puede dar cuenta que esta situación no es temporal, ya no podemos hablar de depresiones cíclicas, ahora todos los economistas coinciden en afirmar que en países como España, Portugal, Grecia e Italia, las medidas aplicadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), y la Troika dirigida por la canciller alemana Ángela Merkel, han llevado a estas naciones a ajustes económicos drásticos...
Diego Olivera
Cuando uno observa y analiza la grave crisis del modelo capitalista, se puede dar cuenta que esta situación no es temporal, ya no podemos hablar de depresiones cíclicas, ahora todos los economistas coinciden en afirmar que en países como España, Portugal, Grecia e Italia, las medidas aplicadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), y la Troika dirigida por la canciller alemana Ángela Merkel, han llevado a estas naciones a ajustes económicos drásticos...
en aéreas tan sensibles como la seguridad social, la salud, la educación, la vivienda y el trabajo, millones de desocupados, miles de personas sin casa, vieron desaparecer en menos de 2 años, los sueños de una Comunidad Económica Europea (CEE) sólida y con una moneda fuerte, el Euro.
Pero la realidad supera la ficción porque el modelo capitalista sólo defiende los intereses de las Banca, a través de una política de salvataje y nuevos capitales, que provienen de los ajustes macroeconómicos de la mayoría de la sociedad, porque los recortes no los realiza el sistema financiero, tampoco las grandes trasnacionales y menos las grandes empresas de armamentos, estos sectores capitalistas generan guerras mundiales, para repartirse el mundo.
Las recetas del FMI hundieron a Latinoamérica en la mitad del Siglo XX
Pero llamativamente Alemania, el perdedor de esas contiendas, es hoy el estado que rige el control de los ajustes en los países latinos subdesarrollados de Europa, que sufrieron el espiral de la burbuja y la especulación inmobiliaria, que quebró el 70% del sistema financiero, pero Estados Unidos el padre de la criatura del modelo neoliberal, fue arrastrado en su propia crisis estructural del sistema, generando miles de desocupados, miles de ciudadanos quedaron sin casa y vehículos, por no poder pagar las cuotas de créditos, debiendo recurrir a salvar sus empresas y bancos, negando de esa manera su propia filosofía, el estado financia al capital privado, además se endeudaron en miles de millones de dólares con la República Popular de China, sin dejar de criticar a esta nación por su modelo mixto de desarrollo.
Este panorama mundial de crisis en Europa y Estados Unidos es parte de un sistema endémico, que no tiene forma de salir de su propio espiral, no hay posibilidades de reactivación, la oferta y la demanda no pueden regular una producción caótica, basada en el consumismo. Los ajustes macroeconómicos no crean una salida a la crisis, solo crean efectos pasajeros, que llevan a millones de seres humanos a la miseria total. Para los países de América Latina fueron una nefasta experiencia las recomendaciones del FMI, no solo generaron una crisis económica y social, sino que fueron aplicadas bajo la doctrina de seguridad nacional de Estados Unidos. El Cono Sur vio golpes en la década del 60 Brasil, en el 70 Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, donde se aplicó a sangre y fuego el capitalismo.
En otros países como Paraguay había dictadura y se aplicó el modelo, en Venezuela en la década de 80, en Colombia fue aplicada por los partidos Liberal y Conservador. Los efectos de estas experiencias llevaron a la privatización de la mayoría de las industrias básicas y estratégicas, que quedaron en manos de capitales trasnacionales, ejemplo de eso fue la adquisición de la línea venezolana VIASA, que la compró Iberia en la década de los 90, la desmantelaron y se llevaron los mejores aviones, de esta manera ha sido con industrias sin inversión por estos capitales, para ser nada más que importadores y en el caso de hidrocarburos, metales, minería, agua, eran adquiridos a precios irrisorios, como el petróleo venezolano a 7 dólares.
América Latina a finales del Siglo XX comienza una nueva historia
Ante la debacle del modelo capitalista los países de América Latina en la última década del Siglo XX, surgen nuevas propuestas y vientos de cambio, el triunfo en Venezuela del presidente Hugo Chávez, con su propuesta del ideario bolivariano y una revolución pacífica por la vía electoral, creó una nueva llamarada, desempolvo el concepto socialista, ya defenestrado por la derecha internacional, soportó un golpe de estado en el 2002, derrotado por el pueblo y sectores de las Fuerzas Armadas Venezolanas.
Los alcances de este nuevo proyecto, unido al triunfo de Ignacio “Lula” Da Silva en Brasil, de Evo Morales en Bolivia, de Rafael Correa en Ecuador, del Frente Amplio en Uruguay, de Daniel Ortega en Nicaragua, conllevan a la derrota de los nuevos emprendimientos neoliberales, como fueron los Tratados de Libre Comercio (TLC), en la cumbre de Mar del Plata. Surgen propuestas como El ALBA, como Petrocaribe, llevando petróleo financiado o por intercambio de servicios o mercaderías, la participación de países latinoamericanos en la explotación de pozos petroleros en el Orinoco, también se busca ampliar el MERCOSUR respetando las asimetrías regionales. Varias iniciativas van creando una nueva forma de mercado, de intercambio solidario, con préstamos y créditos que no dañen la economía de las otras naciones.
Este tipo de experiencias serian impensables en los mercados de Europa y Estados Unidos, porque solo habrá desarrollo si hay equilibrios macroeconómicos, si hay inversión social, si hay mercado sin clausulas de preferenciales o sin restricciones, como pasa en Estados Unidos que firma acuerdo con sus TLC, pero con clausulas restrictivas si su mercado interno tiene mayor producción, dejando a los países con sus mercaderías fuera del mercado.
Ante esta crisis mundial, hay una verdad irrefutable, es el crecimiento sostenido de América Latina por más de un 5% a nivel regional, una estabilidad sostenida en la primera década del siglo XXI solo con los tropiezos y golpes palaciegos en Honduras y Paraguay, pero si bajo una presión sostenida de las políticas de Estados Unidos, la OEA, y los medios privados de prensa, que aras de la defensa de un modelo en crisis total, tratan de crear inestabilidad, falsas campañas de derechos humanos, tratando de desarticular esta nueva epopeya de sueños de libertad, en el Bicentenario de la Independencia de estas naciones de los Imperios Español, Portugués e Inglés, pero los pueblos han despertado y apoyan el cambio, buscan la soberanía y la igualdad social, humana y económica.
Pero la realidad supera la ficción porque el modelo capitalista sólo defiende los intereses de las Banca, a través de una política de salvataje y nuevos capitales, que provienen de los ajustes macroeconómicos de la mayoría de la sociedad, porque los recortes no los realiza el sistema financiero, tampoco las grandes trasnacionales y menos las grandes empresas de armamentos, estos sectores capitalistas generan guerras mundiales, para repartirse el mundo.
Las recetas del FMI hundieron a Latinoamérica en la mitad del Siglo XX
Pero llamativamente Alemania, el perdedor de esas contiendas, es hoy el estado que rige el control de los ajustes en los países latinos subdesarrollados de Europa, que sufrieron el espiral de la burbuja y la especulación inmobiliaria, que quebró el 70% del sistema financiero, pero Estados Unidos el padre de la criatura del modelo neoliberal, fue arrastrado en su propia crisis estructural del sistema, generando miles de desocupados, miles de ciudadanos quedaron sin casa y vehículos, por no poder pagar las cuotas de créditos, debiendo recurrir a salvar sus empresas y bancos, negando de esa manera su propia filosofía, el estado financia al capital privado, además se endeudaron en miles de millones de dólares con la República Popular de China, sin dejar de criticar a esta nación por su modelo mixto de desarrollo.
Este panorama mundial de crisis en Europa y Estados Unidos es parte de un sistema endémico, que no tiene forma de salir de su propio espiral, no hay posibilidades de reactivación, la oferta y la demanda no pueden regular una producción caótica, basada en el consumismo. Los ajustes macroeconómicos no crean una salida a la crisis, solo crean efectos pasajeros, que llevan a millones de seres humanos a la miseria total. Para los países de América Latina fueron una nefasta experiencia las recomendaciones del FMI, no solo generaron una crisis económica y social, sino que fueron aplicadas bajo la doctrina de seguridad nacional de Estados Unidos. El Cono Sur vio golpes en la década del 60 Brasil, en el 70 Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, donde se aplicó a sangre y fuego el capitalismo.
En otros países como Paraguay había dictadura y se aplicó el modelo, en Venezuela en la década de 80, en Colombia fue aplicada por los partidos Liberal y Conservador. Los efectos de estas experiencias llevaron a la privatización de la mayoría de las industrias básicas y estratégicas, que quedaron en manos de capitales trasnacionales, ejemplo de eso fue la adquisición de la línea venezolana VIASA, que la compró Iberia en la década de los 90, la desmantelaron y se llevaron los mejores aviones, de esta manera ha sido con industrias sin inversión por estos capitales, para ser nada más que importadores y en el caso de hidrocarburos, metales, minería, agua, eran adquiridos a precios irrisorios, como el petróleo venezolano a 7 dólares.
América Latina a finales del Siglo XX comienza una nueva historia
Ante la debacle del modelo capitalista los países de América Latina en la última década del Siglo XX, surgen nuevas propuestas y vientos de cambio, el triunfo en Venezuela del presidente Hugo Chávez, con su propuesta del ideario bolivariano y una revolución pacífica por la vía electoral, creó una nueva llamarada, desempolvo el concepto socialista, ya defenestrado por la derecha internacional, soportó un golpe de estado en el 2002, derrotado por el pueblo y sectores de las Fuerzas Armadas Venezolanas.
Los alcances de este nuevo proyecto, unido al triunfo de Ignacio “Lula” Da Silva en Brasil, de Evo Morales en Bolivia, de Rafael Correa en Ecuador, del Frente Amplio en Uruguay, de Daniel Ortega en Nicaragua, conllevan a la derrota de los nuevos emprendimientos neoliberales, como fueron los Tratados de Libre Comercio (TLC), en la cumbre de Mar del Plata. Surgen propuestas como El ALBA, como Petrocaribe, llevando petróleo financiado o por intercambio de servicios o mercaderías, la participación de países latinoamericanos en la explotación de pozos petroleros en el Orinoco, también se busca ampliar el MERCOSUR respetando las asimetrías regionales. Varias iniciativas van creando una nueva forma de mercado, de intercambio solidario, con préstamos y créditos que no dañen la economía de las otras naciones.
Este tipo de experiencias serian impensables en los mercados de Europa y Estados Unidos, porque solo habrá desarrollo si hay equilibrios macroeconómicos, si hay inversión social, si hay mercado sin clausulas de preferenciales o sin restricciones, como pasa en Estados Unidos que firma acuerdo con sus TLC, pero con clausulas restrictivas si su mercado interno tiene mayor producción, dejando a los países con sus mercaderías fuera del mercado.
Ante esta crisis mundial, hay una verdad irrefutable, es el crecimiento sostenido de América Latina por más de un 5% a nivel regional, una estabilidad sostenida en la primera década del siglo XXI solo con los tropiezos y golpes palaciegos en Honduras y Paraguay, pero si bajo una presión sostenida de las políticas de Estados Unidos, la OEA, y los medios privados de prensa, que aras de la defensa de un modelo en crisis total, tratan de crear inestabilidad, falsas campañas de derechos humanos, tratando de desarticular esta nueva epopeya de sueños de libertad, en el Bicentenario de la Independencia de estas naciones de los Imperios Español, Portugués e Inglés, pero los pueblos han despertado y apoyan el cambio, buscan la soberanía y la igualdad social, humana y económica.
Publicado por Barómetro internacional/Argenpress
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