Cuba se abstuvo de ofrecer asilo al informático estadounidense Edward Snowden, como hicieron tres de sus aliados a quienes respaldó, para no abrir un nuevo frente con Estados Unidos con quien trata de mejorar los lazos bilaterales, coincidieron analistas.
“Cuba conoce mejor que nadie que los países que conceden el asilo pueden recibir alguna satisfacción política en el corto plazo, pero que en última instancia contamina la política exterior por años”, dijo a la AFP Paul Webster Hare, ex embajador británico en Cuba y profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Boston (EEUU).
En décadas pasadas, cuando era el adalid del antiimperialismo, Cuba dio refugio a estadounidenses que secuestraron aviones y a militantes radicales de las Panteras Negras acusados de matar a policías, pero en los últimos años ha devuelto a prófugos de ese país.
Hare calificó a Snowden como “diplomáticamente tóxico” y dijo que es “alguien de 30 años que se puede convertir en un prolongado problema que dure décadas”.
El presidente de Inter-American Dialogue, un centro de estudios de Washington, Michael Shifter, dijo a la AFP que “el gobierno cubano (…) no desea involucrarse y complicar más su relación con Washington. Hay suficientes dificultades sin agregar otra, y ésta es una muy seria”
A su vez, el académico cubano Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver (EEUU), explicó a la AFP que “el perfil bajo de Cuba en relación a la crisis de Snowden expresa la prioridad de la diplomacia cubana bajo el presidente Raúl Castro: promover un ambiente favorable a las reformas económicas y políticas en Cuba”.
Afirmó que “Cuba no quiere que Snowden descarrile las posibilidades de avances concretos en la relación con Estados Unidos durante la segunda administración (del presidente Barack) Obama”.
Desde 2009, Obama ha flexibilizado los viajes de cubanoestadounidenses y el envío de remesas de dinero a Cuba, -2.500 millones de dólares al año-, que son vitales para la economía de la isla, y ha facilitado los intercambios deportivos, culturales y religiosos.
¿Permitirá Cuba que Snowden haga escala en La Habana?
El presidente venezolano Nicolás Maduro dijo el lunes que recibió una solicitud de asilo de Snowden, buscado por Washington por develar el espionaje mundial de las telecomunicaciones y varado en un aeropuerto de Moscú desde hace dos semanas, y le invitó a viajar a Caracas.
El apoyo del presidente Raúl Castro brindado el domingo al derecho de Venezuela a ofrecer asilo a Snowden, fue interpretado por la prensa como una disposición a dejarlo transitar por el aeropuerto José Martí de La Habana, único con una conexión directa con Moscú a través de la compañía rusa Aeroflot.
Pero los analistas no se ponen de acuerdo al respecto.
“Incluso permitir que Snowden use La Habana como punto de tránsito sería riesgoso”, estimó Shifter, quien caracterizó como “un gesto mínimo” de Cuba, la defensa realizada el domingo por el presidente Raúl Castro del derecho de sus aliados Venezuela, Bolivia y Nicaragua a ofrecer asilo al estadounidense.
“Dudo que veamos a Edward Snowden aparecer en La Habana en el corto plazo”, coincidió Anya Landau French, editora del blog The Havana Note y especialista en las relaciones entre Washington y el gobierno comunista cubano.
Aunque siga el embargo económico de Estados Unidos vigente desde 1962, La Habana espera salir de la “lista negra” del Departamento de Estado de países que apoyan el terrorismo, en la que figura junto a Irán, Sudán y Siria.
Salir de la lista, en la que figura desde 1982, permitiría a Cuba acceso a fuentes internacionales de crédito, lo que oxigenaría sus deterioradas finanzas.
Según el informe del Departamento de Estado, Cuba ha asegurado que no recibiría a “nuevos fugitivos” estadounidenses, destacó French, agregando que “autorizar a Snowden en tránsito por Cuba significaría romper las garantías dadas”.
López-Levy dijo por su parte que “si Snowden tiene una forma legal de pasar por la Habana en tránsito, Cuba no se opondrá, lo que no significa que le brinde asilo”.
“Cuba prefiere tener a Snowden tan lejos como sea posible pero no es realista pensar que La Habana abdique de su coliderazgo (con Venezuela) del ALBA”, la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América, añadió.
“Cuba ni se regocija ni aprovecha de los problemas de Estados Unidos con Snowden para anotar puntos ideológicos. Por la otra, respalda a sus aliados. Es un balance difícil que, hasta ahora, ha logrado”, indicó López-Levy.
AFP
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