El Pentágono de los demócratas: la guerra sigue, pero no se ve
por Manlio Dinucci
La sonrisa de Barack Obama es más agradable que la de
George W. Bush, pero su belicismo es todavía más agresivo. En la era de las
restricciones presupuestarias y de las relaciones públicas, la Casa Blanca ha
renunciado a los bombardeos transmitidos por televisión en vivo y en directo y
prefiere las intervenciones secretas en los cuatro puntos cardinales. A través
de las operaciones encubiertas de sus fuerzas especiales, Estados Unidos está
hoy en guerra en 75 países diferentes.
La guerra es más de lo que nosotros
podemos ver a diario. Además de las operaciones militares que se están
desarrollando en Irak y Afganistán, el Pentágono está librando una guerra
secreta en la que Irán y Siria es uno de los principales blancos. Esa guerra se
está librando bajo la coordinación del Comando de Operaciones Especiales
(UsSoCom), que dispone de unos 57 000 especialistas de las cuatro ramas de las
fuerzas armadas estadounidenses (Tierra, Mar, Aire y Marines).
Sus misiones son, oficialmente,
obtención de información sobre el enemigo; realización de acciones directas de
destrucción de objetivos; eliminación y captura de enemigos; guerra
convencional realizada por fuerzas externas entrenadas y organizadas por el
UsSoCom; contrainsurgencia tendiente a ayudar a los gobiernos aliados a
reprimir toda rebelión; operaciones de guerra sicológicas tendientes a
influenciar a la opinión pública extranjera para que apoye las acciones
militares estadounidenses.
Un trabajo investigativo del Washington
Post señala que actualmente las fuerzas estadounidenses encargadas de las
operaciones especiales ya no están desplegadas en 60 países, como el año
pasado, sino en 75 [1].
La creciente importancia de dichas fuerzas queda demostrada además por el hecho
que «los comandantes de las fuerzas especiales están hoy más presentes en la
Casa Blanca que en la época de Bush».
El área donde se concentran esas
operaciones, cuyo financiamiento se eleva oficialmente a 10 000 millones de
dólares, abarca el Medio Oriente, Asia Central y África oriental. Pero también
existen «planes de ataques preventivos o de represalias en numerosos lugares
del mundo, para su aplicación cuando se descubre un complot o después de un
ataque».
La utilización de las fuerzas encargadas
de las operaciones especiales ofrece la «ventaja» de que no se necesita la
aprobación del Congreso y se mantiene en secreto. Dichas operaciones, según
funcionarios de la administración [Obama] citados por la agencia UPI, «pudieran
abrir el camino a ataques militares contra Irán si se agudiza el enfrentamiento
sobre el programa nuclear de Teherán».
En el marco de la «guerra no
convencional», el UsSoCom recurre a empresas militares privadas, como Xe
Services (la antes llamada Blackwater, ya conocida por sus acciones en Irak),
que está siendo utilizada en diversas operaciones especiales, incluyendo la
búsqueda de información de inteligencia en Irán. En ese caso, el UsSoCom apoya
directa o indirectamente a los grupos rebeldes, particularmente a los del
sudeste del país, mayoritariamente sunnitas.
Y lo hace sin andarse con muchos
remilgos dado que uno de esos grupos, los llamados «Guerreros Sagrados del
Pueblo», aparece en la lista de organizaciones terroristas, redactada
precisamente por Washington. Estados Unidos está aplicando esa misma política
en Afganistán, donde las fuerzas encargadas de la realización de las operaciones
especiales utilizan a los señores de la guerra locales.
Entre estos se encuentra Matiullah Khan
quien, según reporta el New York Times [2],
combate a los insurgentes con su ejército privado, junto a las fuerzas
especiales estadounidenses. Estas últimas tienen su cuartel general a un
centenar de metros del de Matiullah Khan.
Este garantiza el paso de los convoyes
de la OTAN, que a su vez le paga 1 200 dólares por camión. Matiullah Khan se ha
convertido así en el más rico y poderoso señor de la guerra de su provincia.
Todo gracias a lo que el Pentágono llama una «guerra no convencional».
RED VOLTAIRE
No hay comentarios:
Publicar un comentario