BOSCH: SU AUTOBIOGRAFÍA POLÍTICA, HISTORIA FUNDACIÓN PRD Y ORÍGENES PLD ( TERCERA ENTREGA, "MI PERIPLO POR AMÉRICA DEL SUR Y CENTRAL")
Juan Bosch, en su libro “PLD un Partido Nuevo en América” narra la historia de la fundación del PRD, en Cuba 1939, y toda la trayectoria por la que paso ese partido mientras estuvo al frente de su dirección y de las causas que lo llevaron a abandonarlo(PRD) en 1973, el Partido que fundara juntos a otros dominicanos en 1938, entre ellos, el Dr. Enrique Cotubanamá Henríquez, para fundar un nuevo Partido(PLD) que estuviera en condiciones políticas e ideológicas para completar la obra de Juan Pablo Duarte, que era la liberación económica, política de la República Dominicana. También, en este libro, el Profesor Juan Bosch hace una especie de autobiografía política. Contando en qué momento y en qué circunstancias se inicia en la política militante, asumiendo el reto de luchar por su patria para liberarla de la dictadura oprobiosa de Trujillo y darles a los dominicanos y dominicanas una vida más justa y digna. Pero lo más importante de este libro, es que a través de su lectura podemos darle seguimiento a la evolución del pensamiento social y político de Juan Bosch.
Informamos a nuestros amigos lectores que nos siguen día a día con mucha atención por la web, que a partir de hoy, por considerarlo sumamente importante para poder comprender el pensamiento de Bosch y su evolución, le presentaremos a través del blog: “Circulo de estudio Profesor Juan Bosch” capitulo por capitulo, el libro”PLD un Partido Nuevo En América”. Esperamos que lo disfruten.
NOTA: Para los amigos lectores que no han tenido la oportunidad de leer las dos anteriores entregas de "BOSCH: SU AUTOBIOGRAFÍA POLÍTICA, HISTORIA FUNDACIÓN PRD Y ORÍGENES PLD" pueden buscarla en"Buscar este blog " ubicado en la columna izquierda parte superior de este blog.
TERCERA ENTREGA:
Mi salida de Costa Rica
Yo vivía a mil kilómetros de Santiago de Cuba, Lo que equivale a decir a mil kilómetros del cuartel Moncada, sin embargo fui acusado de haber participado en el asalto que capitaneó Fidel Castro. El acusador fue el jefe del Servicio de
Inteligencia Militar, comandante Ugalde Carrillo, que había sido agregado militar a la Embajada de Cuba en la República Dominicana, lo que indica que aprovechó la primera oportunidad que se le presentó para servirle a Trujillo haciendo preso al secretario general del Partido Revolucionario Dominicano.
En condición de detenido fui enviado a altas horas de la noche, como uno más entre varios conocidos opositores de la dictadura de Batista, al antiguo cuartel de La Cabaña, del cual iba a ser jefe seis años después Che Guevara. Si la acusación de Ugalde Carrillo era la primera parte de un plan para enviarme a la República Dominicana, el plan lo hizo fracasar una decisión de mi mujer, que se fue a ver al general Enrique Loynaz del Castillo, el sobreviviente de más alto rango de la Guerra de Independencia cubana, ayudante de Máximo Gómez y dominicano como Gómez, persona tan respetada en
Cuba que ni siquiera Fulgencio Batista se atrevía a negarle lo que él pedía. Loynaz del Castillo era uno de los tres testigos de mi matrimonio con Carmen Quidiello, los otros dos fueron la escritora española María Zambrano y el poeta cubano Nicolás Guillén, y cuando Loynaz del Castillo oyó de la boca de Carmen Quidiello que yo estaba preso en La Cabaña desde hacía diez días y que ella no había podido obtener un pase para ir a verme, se dirigió al Palacio Presidencial y le pidió Batista mi libertad. Salí de La Cabaña ese día, pero no fui a dormir a mi casa y allá se presentaron a media noche los soldados de Ugalde Carrillo que iban en busca mía. Yo había actuado correctamente, pues, cuando me negué a creer que Batista tenía en los cuarteles más autoridad que oficiales como el comandante Ugalde Carrillo.
A esa altura del mes de agosto de 1953 yo ignoraba que José Figueres había sido elegido presidente de Costa Rica, y tan pronto me lo hizo saber el director de Bohemia, la revista para la cual escribía, que me dio la noticia y con ella la recomendación de que buscara asilo en una Embajada porque se me buscaba para enviarme a la República Dominicana, me fui a la Embajada costarricense y salí de ella protegido por el Derecho de Asilo para ir al aeropuerto de Rancho Boyeros donde tomé un avión que me condujo a San José de Costa Rica; tampoco había allí seccional del Partido Revolucionario Dominicano, pero entre los muy contados compatriotas que vivían en ese país se hallaba un miembro del Partido: Amado Soler Fernández, que estaba destinado a morir en Nicaragua asesinado por la Guardia Nacional de Anastasio Somoza, y vivían mis padres, que habían tenido que salir del país debido a la persecución de que eran víctimas desde hacía años.
De Costa Rica tuve que salir a solicitud de la Organización de Estados Americanos (la OEA) que la propuso como medida indispensable para evitar una agresión armada de la dictadura nicaragüense, encabezada por Anastasio Somoza padre. ¿Por qué pedía Somoza mi salida de Costa Rica? ¿Lo hacía para servirle a su amigote Rafael Leónidas Trujillo?
De La Paz a Santiago de Chile
No. Lo hacía porque a fines del mes de marzo de 1954 había entrado en Nicaragua, clandestinamente, un pequeño grupo de hombres armados entre los cuales estaban el hondureño Jorge Ribas Montes, que en Cayo Confites tuvo a su cargo el entrenamiento de un pelotón de morteristas, y el dominicano Amado Soler Fernández. El grupo, encabezado por Pablo Leal, se organizó e hizo prácticas del uso de armas en Costa Rica, con apoyo de José Figueres, en quien los dictadores del Caribe tuvieron en todo momento un enemigo a muerte; y en esa ocasión Figueres me pidió que fuera... VER MAS...
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